Un recorrido por las raíces de la repostería que endulza nuestras vidas.
La historia de la pastelería es tan antigua como la civilización misma. Sus raíces se remontan al Antiguo Egipto, hace más de 4.000 años, cuando los faraones disfrutaban de panes enriquecidos con miel, frutas secas y dátiles. Estos primeros dulces no solo se consideraban manjares, sino también ofrendas para los dioses en ceremonias religiosas.
En la Antigua Grecia y Roma, la repostería evolucionó con la influencia de culturas orientales. La introducción de especias como el clavo, la canela y la pimienta marcó una revolución en los sabores. Los romanos, por ejemplo, popularizaron el uso del queso en la elaboración de tartas, creando un precursor del cheesecake moderno.
Durante la Edad Media, los monasterios europeos se convirtieron en los guardianes de las recetas de repostería. Fue aquí donde surgieron delicias como el mazapán y los turrones, preparadas con técnicas refinadas y cuidadosa selección de ingredientes. El Renacimiento marcó el verdadero apogeo de la pastelería en Europa. En Italia, especialmente, se perfeccionaron recetas que siguen siendo iconos del lujo gastronómico, como el panettone y el pandoro.
Una de las primeras recetas documentadas de pastelería se encuentra en "De Re Coquinaria", un libro de cocina romana atribuido a Apicio. Este texto describe dulces elaborados con harina, miel y frutos secos, demostrando cómo la creatividad en la cocina no es algo nuevo.
En God Save The Coffee, honramos este legado dulce con una selección de productos que combinan tradición y sofisticación. Cada bocado de nuestras especialidades es una invitación a viajar en el tiempo y saborear siglos de historia.